Pero hay un fino hilo que los une, que les retroalimenta la exclusión y desamparo. Y bichos rastreros desfilan por ese hilo cobrando por cada lagrima o sonrisa de esos "desvalidos", por cada promesa, por cada voluntad.
Vemos a estos rastreros en cada esquina de cada plaza de cada ciudad española. Tienen nombre y reputación (y no de las buenas precisamente). Son Wesser, Task Force, Intermon y decenas de empresitas que vulneran derechos aquí y allí. Si bien muchas son solo "captadoras de socios" para grandes multinacionales de la pobreza y la solidaridad, otras tantas también trabajan en terreno en aquellos confines del mundo donde reparten ilusiones.
De este lado, en España, reclutan a los famosos captadores de socios, que no son solo más que eso. Una actividad mercantilizada que poco tiene que ver con cambiar el mundo. Sin condiciones laborales optimas, salarios atado a objetivos y mínimos esclavizantes (si es que terminan pagando el básico).
Somos muchos los que en nuestra búsqueda diaria y desesperada de trabajo nos encontramos en la situación de tener que aplicar en alguna de esas ofertas. No piden experiencia, solo motivación y motivación. Nos prometen alta en seguridad social y salario mínimo. A sus clientes multinacionales de la pobreza o a esos desnutridos en África... que les aseguran? Si no cumplen aquí que es lo más visible y palpable.... Que se puede esperar de todo lo demás?
En fin, otro rubro más a descartar de la lista de búsqueda y para el reservorio de Multinacional busca. Les dejo un articulo del año pasado, un relato de una afectada por las practicas de estas empresas... una entre tantas.
